Cómo conservar el jamón ibérico en el verano puede ser todo un desafío debido a las altas temperaturas y la humedad. En Cárdeno te dejamos algunos trucos para garantizar que tu preciado jamón se mantenga en perfectas condiciones durante la temporada estival.
El jamón ibérico es nuestro manjar favorito, ¡nunca queremos que se acabe! En el verano, este corre el riesgo de deteriorarse. Nosotros te contamos los trucos para evitarlo y disfrutar del jamón ibérico al máximo.
Las altas temperaturas, los descuidos o la luz son algunos de los factores que indicen de forma negativa. No queremos que nuestro jamón pierda su sabor, su intensidad o su calidad. ¡Sigue estos sencillos trucos!
- Almacenamiento adecuado. El primer paso es encontrar un lugar fresco y oscuro para guardar el jamón ibérico. Evita la luz directa del sol y las fuentes de calor, como hornos o microondas.
- Temperatura controlada. En condiciones ideales, la temperatura ambiente debería estar entre 15°C y 20°C. Evita las áreas donde la temperatura pueda superar los 25°C, ya que esto podría afectar negativamente la calidad del jamón.
- Utiliza una funda. Cubre el jamón con una funda de algodón o lino. Esto permite que el jamón respire y evita la acumulación de polvo y suciedad. Asegúrate de que la funda esté limpia antes de usarla.
- Corte adecuado. Si planeas consumir el jamón en un corto período, puedes dejarlo colgado en su soporte original. Si no, es mejor cortar solo la cantidad necesaria y cubrir la parte cortada con papel film o papel de cocina. Asegúrate de eliminar el exceso de grasa.
- Evita el contacto con el aire. El oxígeno acelera la oxidación y la pérdida de sabor. Utiliza papel film o bolsas de vacío para envolver las porciones de jamón que no estés utilizando.
- Higiene. Lava bien tus manos antes de tocar el jamón ibérico y emplea utensilios limpios para cortarlo. Esto previene la transferencia de bacterias y mantiene el jamón fresco por más tiempo.
- Consumo regular. Durante el verano, es aconsejable consumir el jamón con mayor frecuencia. Esto evitará que esté almacenado durante mucho tiempo en condiciones no ideales y que se seque.
- Revisión periódica. Inspecciona el jamón ibérico cada pocos días para asegurarte de que no haya signos de moho o deterioro. Si notas algún cambio en el olor, sabor o apariencia, es mejor desechar esa porción.
- Jamón envasado al vacío. Si compras jamón envasado al vacío, mantenlo en su envase original hasta que estés listo para consumirlo. Una vez abierto, es recomendable consumirlo en pocos días o envolverlo nuevamente en papel film y guardarlo en el refrigerador.
- Refrigeración. Si las condiciones son extremadamente cálidas, considera refrigerar el jamón. Sin embargo, es fundamental que lo hagas correctamente, envolviéndolo bien en papel film para evitar la pérdida de humedad.
Siguiendo estas pautas de Cárdeno, podrás disfrutar del delicioso sabor del jamón ibérico durante todo el verano sin preocuparte por su calidad y frescura. Con estos 10 trucos sabrás cómo conservar el jamón ibérico en verano podrás disfrutar de esta joya gastronómica durante mucho más tiempo.